La vivienda situada en Son Rapinya (Palma), destaca por su imponente fachada de piedra y sus grandes cristaleras. Su ubicación cuidadosamente orientada hacia el bosque, garantiza la privacidad de la famillia y ofrece grandes vistas espectaculares y una conexión íntima con el paisaje. Fabricada en madera, la puerta imponente de 6 metros de altura, se enmarca en la robusta estructura de piedra, marcando el acceso a un hogar moderno y sofisticado.

El uso de grandes cristaleras es uno de los aspectos clave del diseño, permitiendo una conexión continua entre el interior y el exterior de la casa. Estos ventanales que van del suelo al techo, están estratégicamente colocadas para ofrecer vistas panorámicas hacia el bosque, mientras que la orientación garantiza la privacidad, bloqueando la visión desde otras propiedades o zonas transitadas.

El interior de la casa se organiza en dos plantas. En la planta baja, el recibidor de doble altura conduce a un amplio salón y comedor de concepto abierto, donde las grandes cristaleras inundan el espacio de luz natural y crean una sensación de continuidad con el exterior. Los materiales, como la piedra y la madera, se utilizan de manera equilibrada tanto dentro como fuera de la casa, aportando calidez y sofisticación. La cocina, abierta al comedor y con acceso directo a una terraza, permite disfrutar de las vistas y la privacidad.

En la planta superior, se ubican los dormitorios, todos orientados hacia el paisaje . El dormitorio principal, con baño en suite y vestidor, cuenta con un balcón privado que aprovecha las vistas y ofrece un refugio tranquilo y protegido.