Este proyecto, ubicado en Son Gual, Palma, destaca por su elegante integración con el entorno natural a través de un diseño abierto y moderno, donde la relación entre los espacios interiores y exteriores es fundamental. La vivienda se despliega mediante amplios porches y grandes superficies acristaladas, que permiten una conexión fluida con el paisaje circundante, maximizando las vistas y la entrada de luz natural en todos los ambientes.

Uno de los aspectos más sobresalientes del diseño son los porches a doble altura, que no solo protegen las zonas de estar al aire libre del sol y el viento, sino que también generan una mayor amplitud visual y espacial. Estos porches, al igual que el interior de la vivienda, están diseñados para fomentar una sensación de continuidad entre el exterior y el interior. Desde aquí, la vista se extiende hacia la piscina de grandes dimensiones, que se convierte en el punto focal del jardín. Esta piscina no solo es un espacio de recreo, sino también un elemento arquitectónico clave, gracias a su alineación con las líneas de la casa y su integración en el paisaje.

El diseño interior refleja la misma elegancia y modernidad que el exterior, destacando por su uso de dobles alturas que generan una mayor sensación de amplitud y luminosidad en los espacios comunes. Al ingresar a la vivienda, el visitante es recibido por un vestíbulo que revela esta relación entre las diferentes alturas, conectando visualmente las áreas de estar en la planta baja con las zonas privadas situadas en el nivel superior.

El diseño no solo apuesta por la estética, sino también por la sostenibilidad y el confort. Los materiales naturales, como la madera y la piedra, además de su belleza, contribuyen a mejorar la eficiencia energética de la vivienda. Los porches también desempeñan un papel clave en la regulación térmica, proporcionando sombra durante los meses más cálidos y permitiendo una ventilación natural efectiva.